Los patógenos resistentes a los antibióticos podrĆan ser derrotados con la ayuda de un antibiótico sintĆ©tico. Un nuevo antibiótico que se desarrolló en la Universidad Rockefeller utilizando modelos computacionales de productos genĆ©ticos bacterianos parece matar incluso a las bacterias que son resistentes a otros antibióticos. SegĆŗn un estudio publicado, el fĆ”rmaco conocido como cilagicin, es efectivo en ratones y emplea un mecanismo novedoso para combatir MRSA, C. diff y muchas otras infecciones peligrosas.

Los hallazgos implican que los modelos informÔticos pueden usarse para desarrollar una nueva clase de antibióticos.
Sean F. Brady de Rockefeller dijo:
āEsta no es solo una nueva molĆ©cula interesante, es una validación de un enfoque novedoso para el descubrimiento de fĆ”rmacosā.
āEste estudio es un ejemplo de biologĆa computacional, secuenciación genĆ©tica y quĆmica sintĆ©tica que se unen para descubrir los secretos de la evolución bacterianaā.
Las bacterias han pasado miles de millones de aƱos inventando mĆ©todos novedosos para matarse entre sĆ, por lo que no sorprende que muchos de nuestros antibióticos mĆ”s potentes se hayan originado a partir de bacterias. Con la excepción de la penicilina y algunos otros antibióticos destacados que se originan a partir de hongos, la mayorĆa de los antibióticos fueron utilizados por primera vez como armas por bacterias para combatir otras bacterias.
El descubrimiento de fĆ”rmacos antibióticos alguna vez consistió en gran medida en que los cientĆficos cultivaran estreptomices o bacilos en el laboratorio y embotellaran sus secretos para tratar enfermedades humanas.

Pero con el aumento de las bacterias resistentes a los antibióticos, existe una necesidad urgente de nuevos compuestos activos, y es posible que nos estemos quedando sin bacterias que sean fĆ”ciles de explotar. Sin embargo, es probable que un nĆŗmero incalculable de antibióticos estĆ© oculto dentro de los genomas de bacterias obstinadas que son difĆciles o imposibles de estudiar en el laboratorio.
Brady dijo:
āMuchos antibióticos provienen de bacterias, pero la mayorĆa de las bacterias no se pueden cultivar en el laboratorioā.
“Se deduce que probablemente nos estamos perdiendo la mayorĆa de los antibióticos”.
Encontrar genes antibacterianos en el suelo y cultivarlos dentro de bacterias mĆ”s amigables con el laboratorio es una estrategia alternativa que ha sido defendida por el laboratorio Brady durante los Ćŗltimos quince aƱos. Pero incluso este enfoque tiene ciertos inconvenientes. La mayorĆa de los antibióticos provienen de secuencias genĆ©ticas que estĆ”n bloqueadas dentro de grupos de genes bacterianos llamados “grupos de genes biosintĆ©ticos”, que trabajan juntos para codificar colectivamente una serie de proteĆnas. Sin embargo, con la tecnologĆa actual, esos grupos suelen ser inaccesibles.
Brady dijo:
āLas bacterias son complicadas, y el hecho de que podamos secuenciar un gen no significa que sepamos cómo las bacterias lo activarĆan para producir proteĆnasā.
“Hay miles y miles de grupos de genes no caracterizados, y solo hemos descubierto cómo activar una fracción de ellos”.
Frustrados por su incapacidad para desbloquear muchos grupos de genes bacterianos, Brady y sus colegas recurrieron a los algoritmos. Al separar las instrucciones genĆ©ticas dentro de una secuencia de ADN , los algoritmos modernos pueden predecir la estructura de los compuestos similares a los antibióticos que producirĆa una bacteria con estas secuencias. Luego, los quĆmicos orgĆ”nicos pueden tomar esos datos y sintetizar la estructura predicha en el laboratorio.
Puede que no siempre sea una predicción perfecta. āLa molĆ©cula con la que terminamos es presumiblemente, pero no necesariamente, lo que esos genes producirĆan en la naturalezaā, dice Brady. “No nos preocupa si no es exactamente correcto; solo necesitamos que la molĆ©cula sintĆ©tica estĆ© lo suficientemente cerca para que actĆŗe de manera similar al compuesto que evolucionó en la naturaleza”.
Los asociados posdoctorales Zonggiang Wang y Bimal Koirala del laboratorio Brady comenzaron buscando en una enorme base de datos de secuencias genĆ©ticas genes bacterianos prometedores que se predijo que estarĆan involucrados en la muerte de otras bacterias y que no habĆan sido examinados previamente. El grupo de genes ācilā, que aĆŗn no habĆa sido explorado en este contexto, se destacó por su proximidad a otros genes involucrados en la fabricación de antibióticos. Los investigadores introdujeron debidamente sus secuencias relevantes en un algoritmo, que propuso un puƱado de compuestos que probablemente produce cil. Un compuesto, acertadamente llamado cilagicin, resultó ser un antibiótico activo.
Cilagicin eliminó de manera confiable las bacterias Gram-positivas en el laboratorio, no dañó las cĆ©lulas humanas y (una vez que se optimizó quĆmicamente para su uso en animales) trató con Ć©xito las infecciones bacterianas en ratones. De particular interĆ©s, la cilagicina fue potente contra varias bacterias resistentes a los medicamentos e, incluso cuando se enfrentó a bacterias cultivadas especĆficamente para resistir a la cilagicina, prevaleció el compuesto sintĆ©tico.
Brady, Wang, Koirala y sus colegas determinaron que la cilagicina funciona uniendo dos moléculas, C55-P y C55-PP, las cuales ayudan a mantener las paredes celulares bacterianas. Los antibióticos existentes, como la bacitracina, se unen a una de esas dos moléculas, pero nunca a ambas, y las bacterias a menudo pueden resistir tales medicamentos al unir una pared celular con la molécula restante. El equipo sospecha que la capacidad de cilagicin para desconectar ambas moléculas puede presentar una barrera infranqueable que previene la resistencia.
Cilagicin aĆŗn estĆ” lejos de los ensayos en humanos. En estudios de seguimiento, el laboratorio de Brady realizarĆ” mĆ”s sĆntesis para optimizar el compuesto y probarlo en modelos animales contra patógenos mĆ”s diversos para determinar quĆ© enfermedades puede ser mĆ”s eficaz en el tratamiento.
Sin embargo, mĆ”s allĆ” de las implicaciones clĆnicas de la cilagicina, el estudio demuestra un mĆ©todo escalable que los investigadores podrĆan usar para descubrir y desarrollar nuevos antibióticos. āEste trabajo es un excelente ejemplo de lo que podrĆa encontrarse oculto dentro de un grupo de genesā, dice Brady. “Creemos que ahora podemos desbloquear una gran cantidad de compuestos naturales novedosos con esta estrategia, que esperamos proporcione un nuevo y emocionante grupo de candidatos a fĆ”rmacos”.