La prĂ³xima misiĂ³n SPHEREx de la NASA podrĂ¡ escanear todo el cielo cada seis meses examinando muchos objetos para crear un mapa del cosmos como nunca antes. Gracias al nuevo telescopio.

Programada para lanzarse a mĂ¡s tardar en abril de 2025, investigarĂ¡ lo que sucediĂ³ en el primer segundo despuĂ©s del Big Bang, cĂ³mo se forman y evolucionan las galaxias y la prevalencia de molĂ©culas crĂticas para la formaciĂ³n de la vida, como el agua, encerradas como hielo en nuestro galaxia. Lograr estos objetivos requerirĂ¡ tecnologĂa de punta, y la NASA aprobĂ³ este mes los planes finales para todos los componentes del observatorio.
“Estamos en la transiciĂ³n de hacer cosas con modelos de computadora a hacer cosas con hardware real”, dijo en un comunicado Allen Farrington, gerente de proyectos de SPHEREx en el Laboratorio de PropulsiĂ³n a Chorro de la NASA, que administra la misiĂ³n. “El diseño de la nave espacial, tal como estĂ¡, estĂ¡ confirmado. Hemos demostrado que es factible hasta en los detalles mĂ¡s pequeños. AsĂ que ahora podemos realmente comenzar a construir y armar las cosas”.
SPHEREx (que significa Spectro-Photometer for the History of the Universe, Epoch of Reionization and Ices Explorer) pertenece a otra clase de telescopios espaciales que observan rĂ¡pidamente grandes porciones del cielo, examinando muchos objetos en un corto perĂodo de tiempo.

SPHEREx escanearĂ¡ mĂ¡s del 99% del cielo cada seis meses; por el contrario, Hubble ha observado alrededor del 0,1% del cielo en mĂ¡s de 30 años de operaciones. Aunque los telescopios de exploraciĂ³n como SPHEREx no pueden ver objetos con el mismo nivel de detalle que los observatorios especĂficos, pueden responder preguntas sobre las propiedades tĂpicas de esos objetos en todo el universo.
Con SPHEREx, los cientĂficos medirĂ¡n la prevalencia de materiales que sustentan la vida, como el agua que reside en los granos de polvo helado en las nubes galĂ¡cticas de las que nacen nuevas estrellas y sus sistemas planetarios.
SPHEREx y Webb difieren no solo en su enfoque para estudiar el cielo sino tambiĂ©n en sus parĂ¡metros fĂsicos. Webb es el telescopio mĂ¡s grande que jamĂ¡s haya volado en el espacio, con un espejo primario de 6,5 metros para capturar las imĂ¡genes de mayor resoluciĂ³n de cualquier telescopio espacial en la historia. El observatorio protege sus instrumentos sensibles de la luz cegadora del Sol con un parasol del tamaño de una cancha de tenis. SPHEREx, por otro lado, tiene un espejo principal de 8 pulgadas y un parasol de solo 3,2 metros de ancho.

Pero ambos observatorios recogerĂ¡n luz infrarroja, longitudes de onda fuera del rango que el ojo humano puede detectar.
Los dos telescopios tambiĂ©n utilizarĂ¡n una tĂ©cnica llamada espectroscopia para descomponer la luz infrarroja en sus longitudes de onda o colores individuales, al igual que un prisma descompone la luz solar en los colores que la componen. La espectroscopia es lo que permite tanto a SPHEREx como a Webb revelar de quĂ© estĂ¡ hecho un objeto, porque los elementos quĂmicos individuales absorben e irradian longitudes de onda de luz especĂficas.
El mes pasado, los planes finales del equipo fueron aprobados por la NASA, un paso que la agencia llama revisiĂ³n crĂtica de diseño o CDR. Esto marca un hito importante para la misiĂ³n en camino a su lanzamiento.
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