
La historia de Vesna Vulović, una azafata que sobrevivió milagrosamente a una caída desde una altitud de 10,058 metros, sigue pareciendo un cuento de ficción, pero no lo fue. Este asombroso incidente le valió un lugar codiciado en el Libro Guinness World Records por la “Mayor caída sobrevivida sin paracaídas”.
La caída de Vesna Vulović

Todo sucedió hace medio siglo, el 26 de enero de 1972, cuando Vesna Vulović, entonces con tan solo 23 años, se encontraba a bordo del Vuelo 367 de JAT Yugoslav Airlines. El vuelo iba desde Estocolmo, Suecia, a Belgrado, Serbia, con una escala planificada en Copenhague, Dinamarca. Trágicamente, este viaje tomó un giro impensable sobre Checoslovaquia, hoy conocida como la República Checa.
A las 4:01 pm, apenas 46 minutos después de despegar, un maletín tipo bomba provocó una devastadora explosión en el compartimento de equipaje y desgarró la aeronave. El resultado horroroso fue la fragmentación del avión en tres piezas distintas. A medida que la cabina se despresurizaba, los pasajeros y los otros miembros de la tripulación fueron trágicamente eyectados del avión, cayendo a una muerte prematura.
Increíblemente, Vesna Vulović parecía estar atrapada cerca de la parte trasera del avión, probablemente inmovilizada por el carrito de bebidas. Esta circunstancia inusual evitó que fuera eyectada del avión como los demás. Posteriormente, el fuselaje, con Vesna en su interior, se separó del resto de la aeronave y descendió rápidamente hacia el suelo, aterrizando de manera brusca en una zona densamente arbolada.
Fue este aterrizaje forzoso, realizado a un ángulo favorable y amortiguado por la espesa nieve, lo que desempeñó un papel fundamental en la supervivencia de Vesna. Sus médicos revelaron más tarde que su baja presión sanguínea le hizo perder la conciencia cuando la cabina se despresurizó, evitando así que su corazón se rompiera al impacto.
Secuelas del accidente

No obstante, Vesna sufrió lesiones extensas durante el incidente. Padeció una fractura en el cráneo, dos piernas rotas, tres vértebras fracturadas, una pelvis fracturada, varias costillas rotas y parálisis temporal desde la cintura hacia abajo. De manera sorprendente, después de diez meses de ardua recuperación, logró recobrar su capacidad para caminar, aunque quedó con una cojera permanente debido a la torsión de su columna vertebral.
Sorprendentemente, Vesna Vulović fue descubierta, aún con vida, entre los restos por un antiguo médico de la Segunda Guerra Mundial, quien le administró primeros auxilios cruciales antes de que llegaran los equipos de rescate. Su historia cautivó al mundo y Vesna se convirtió en una de las personas más extraordinarias que jamás haya vivido.
Si bien la milagrosa supervivencia de Vesna Vulović es un testimonio de la naturaleza indomable del espíritu humano, es importante señalar que su travesía no estuvo exenta de escépticos. Algunos teóricos de la conspiración pusieron en duda la afirmación del informe oficial del accidente de que el avión volaba a 10,000 metros en el momento de la explosión. Sin embargo, datos de vuelo completos obtenidos de las cajas negras de la aeronave confirmaron la precisión de esta altitud, disipando cualquier duda sobre las circunstancias de la caída.
Lamentablemente, Vesna Vulović falleció a los 66 años en 2016, dejando un legado perdurable de valentía y supervivencia que sigue inspirando a personas de todo el mundo. Su increíble historia sirve como testimonio de la resiliencia del espíritu humano frente a adversidades inimaginables.